Los tratamientos clásicos para superar la depresión consisten en una combinación de fármacos antidepresivos y psicoterapia. Estas terapias frecuentemente no son efectivas y/o provocan importantes efectos secundarios. Para estos casos está indicada la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT), para la que la evidencia científica ha demostrado que puede mejorar de forma relevante la calidad de vida de los pacientes depresivos.
La EMT (o TMS por sus siglas en inglés) es un tratamiento aprobado por la Comunidad Europea y la FDA americana para la depresión resistente a tratamiento. Además, las principales guías clínicas internacionales (CANMAT, NICE, NIMH…) también avalan su seguridad y efectividad en el tratamiento del trastorno depresivo.
¿Cómo actúa la EMT?
A menudo se relaciona a la depresión con desbalances químicos entre la noradrenalina y la serotonina en el cerebro. Sin embargo, se conoce que un cerebro depresivo está hipoactivo en ciertas áreas cerebrales, como la corteza prefrontal dorsolateral izquierda, o hiperconectado en otras, como a nivel del córtex prefrontal dorsolateral derecha.
La EMT modula estas áreas del cerebro utilizando pulsos magnéticos dirigidos específicamente a la zona afectada, dirigiéndose a la raíz del problema, provocando así la activación de diversos circuitos cerebrales que se encontraban apagados o hiperconectados, en función del área cerebral neuromodulada. Por lo tanto, la EMT no solo trata los síntomas de la depresión mayor, sino que trata la causa que los provoca.
¿Es efectiva?
Muy efectiva. Con los protocolos tradicionales (una sesión diaria de lunes a viernes durante 4-6 semanas, alcanzando las 20-30 sesiones), alrededor de dos tercios de los pacientes tratados con EMT responden al tratamiento, y más de un tercio logran una remisión completa de su clínica depresiva. La mejoría se comienza a observar, aproximadamente, al séptimo día de tratamiento.
¿Cuánto dura el efecto?
La EMT produce una duradera mejora en el estado de ánimo. Alrededor de dos tercios de los pacientes mantendrán su respuesta o remisión durante 12 meses tras recibir su tratamiento con EMT.
Alrededor de un tercio podría observar la reaparición de la clínica en 12 meses tras la EMT. En estos casos, la administración de unas sesiones de mantenimiento (semanal, quincenal o mensualmente) podría estar indicada.